Soldier of love

viernes, 29 de agosto de 2008

El estreno del Palacio de las Bellas Artes


Estreno del Palacio de Bellas Artes. Quiso Dios que fuera yo quien lo inaugurara. Realizándose aquel sueño, aquella voz que un día escuché...que me decía: "Tu estrenarás ese teatro"... con esta obra precisamente "Diferente" se me hizo un Homenaje. El Teatro de Bellas Artes lucía espléndido con un lleno imponente. Don Antonio Mediz Bolio, nuestro gran poeta, mi entrañable amigo, fue quien me ofreció el Homenaje, y tengo el guso, la gran satisfacción de reproducir lo que en aquella noche me dijo.Señoras, señores:Sobre este escenario prócer, irradia esta noche el resplandor solar de una auténtica gloria mexicana. Pensando en que este es lugar de consagraciones, se piensa en que ella vino aquí ya consagrada, después de las más arduas pruebas y las contiendas más difíciles, y después de haber merecido doble corona por haber enaltecido a un tiempo a su arte y a su patria. Así pues, cuando en un simple acto de justicia -que de no haberse cumplido hubiera sido desacato-, se la llamó y se la trajo aquí, para que apareciera tras el telón la primera noche en que se hacía una representación en el Teatro Oficial de la República, fue tanto honor el que daba como el que recibía. A veces, no tarda la hora de la equidad pública para con los artistas; y cuando esto sucede está bien señalarlo, para satisfacción de quienes han dado la oportunidad o han abierto el camino, para ello, porque a veces, también, esa hora de la retribución no llega nunca o llega, inútilmente, demasiado tarde. Por todo eso, es singularmente significativo y solemne el homenaje que hoy se tributa, en la plenitud de su vida y en el cenit de su arte, a María Tereza Montoya. El Teatro de México, que tiene ya una noble y esforzada historia, sigue desenvolviéndose sin debilitarse, gracias a que siempre ha tenido una alta figura en derredor de la cual ciñe sus entusiasmos la muchedumbre y la fama enciende sus antorchas. Cuando aun no se extingue, por dicha nuestra, la gloriosa vida de Virginia Fábregas, llega ya, arrebatadora y triunfante, esta joven actriz que ha dado a México lo que acaso no había tenido todavía: una trágica insigne, que puede vestir la túnica de María Guerrero y calzarse el coturno de Eleonara Duse.Y hay que recordar y que decir que no se trata de una arribista, ni de una improvisada, sino de una mujer que obedeció a su destino, y que llegó a donde ha llegado, por si misma y por su intrínseco valer; que conquistó su puesto en la cumbre, como hay que conquistarle en el arte, paso por paso, escalón por escalón, desgarrándose a veces los pies en los guijarros del sendero angosto, con las angustias de la cuesta arriba, sin sobornar a precio de belleza, a los obstáculos, y sin comprar, a precio de sacrificio, las llaves falsas de la gloria. Ella nació con el teatro en su sangre y en el alma, el teatro genuino en que se hacen los grandes cómicos, el de la carreta, el del hambre, el del ensueño, el del amor, el del dolor, el de la verdad. Supo lo que es llorar lágrimas ardientes tras las decoraciones; que es salir con un delantal a decir solamente "La Señora Marquesa está servida", llevando dentro su genio como un potro encabritado; supo lo que es lucha, y sacrificio y abnegación; todo esto lo aprendió en su propia carne, antes de ser primera actriz y antes de desbordarse el frenesí de los públicos, y ver coronado su nombre con los ditirambos y escuchar rugir las ovaciones y las dianas y firmar los contratos envidiables y recibir, en los dos mundos en que se habla castellano, la definitiva consagración. Por eso María Tereza Montoya es orgánica y absolutamente una artista. No la ha hecho nadie. Se ha hecho por gracia de su espíritu y por obra de su predestinación. Esta dominante cualidad suya es la que consideramos más necesario exaltar ahora, en estos tiempos peligrosos para la pureza de las clasificaciones en el arte y especialmente en el teatro. No es el caso de evocar aquí sus extraordinarias culminaciones en la escena, que aun hacen estremecerse los nervios y correr el divino escalofrío de la belleza omnipotente en la sensibilidad de los públicos. No vamos a recordar el fino y profundo prodigio de "La Sombra", ni la insuperable fascinación vital de "La Mujer Desnuda", ni la tremenda y embrujada pasión de "La Malquerida", ni cien más de esos instantes, exclusivamente suyos, en que, entregándose, arrebatándose, disolviéndose en el personaje, parece que se apodera de él y superpone su propia y genial creación a la del autor mismo, arrancando de sus propias entrañas, una nueva obra de arte, y demostrando así que en el teatro los comediantes no sólo no son lo accesorio y lo incidental, sino que importan tanto y a veces más que el comediógrafo y que los demás elementos de la escena, y significan, en el instante de la interpretación, la definitiva responsabilidad u el supremo poderío.por otra parte, María Tereza Montoya tiene otro atributo envidiable y raro, que caracteriza a los positivos valores artísticos: es una artista popular. No es misteriosa incomprendida, que limita su magnetismo y sus celebridad a las minorías y a los cenáculos. Como todos los creadores de belleza que llevan encendida en la frente la estrella milagrosa del genio, fue hecha para embelesar, para rendir, para arrebatar a las multitudes. En esos artistas creemos los que creemos en el arte, como la luz, el agua y la tierra son del pueblo.Y si, más que nunca, ahora, María Tereza Montoya, la más grande trágica que habla en español, es mexicana y es nuestra. Como tal la reclamamos, y hoy que ha regresado a la hora justo, con la frente llena de laureles de las tierras lejanas y con los brazos llenos de rosas de los jardines de dos hemisferios, le exigimos que se quede definitivamente con nosotros, a cumplir entre nosotros y para nosotros, el deber que le imponen su propia condición y su suprema jerarquía, cuando el espíritu de la Patria se está vistiendo de nuevos resplandores y cada uno de nosotros le dicta este cálido y urgente mandamiento: "¡Crear!", ¡crear vida, alegría, fuerza, justicia, amor, belleza! ¡Crear!¡Gran artista, María Tereza tiene gran deber que cumplir. En el día de su gloria radiante, debe mirar ante sí que el campo del arte está en barbecho sobre la tierra nuestra. Que venga con nosotros a hacer la labranza y a ver florecer la semilla! Y México sabrá bendecirla tanto como ha sabido amarla. He dicho.19/08/08de caminarte

Teatros


Fue un gran éxito "La Verdad Sospechosa" de Ruiz de Alarcón, llamó mucho la atención el montaje de la obra.
Después de "La Verdad Sospechosa", fue el "Simun" de Henri Lenomand. Una obra magnífica, el montaje de ésta estuvo a cargo del gran pintor Roberto Montenegro.
La escena del desierto...al fondo el Sagitario en el cielo todo de estrellas...era algo de ensueño, maravilloso.
Para el ensayo general de esta obra citaron a todos los artistas a las cuatro de la tarde Decía en la tablilla: "Ensayo general con maquillaje y ropa". Así es que era necesario llegar a las tres de la tarde para estar vestido y maquillado.
Yo hacía una Mora, tenía que pintarme todo el cuerpo de obscuro, el traje era con unos velos muy transparentes que se veían mucho los brazos y las piernas. Eran las nueve de la noche y el ensayo no empezaba. Mi querido compañero Gómez de la Vega, perdía el tiempo en cosas sin importancia, sin tener consideración de los artistas que esperábamos. Al fin a las doce de la noche empezó el ensayo, y vuelta a lo mismo a repetirles palabra por palabra a dos negros que aparecían. Uno le decía al otro, "A dónde vas negro? ¡No sé cuantas veces le oí repetir estas palabras!...Mis nervios se fueron excitando...el cansancio, la espera...ya no tenía el control de mí misma. En el último acto, o séanse a las cinco de la mañana, después de catorce horas de espera y de ensayar, se le ocurre gritarme al señor de la Vega, desde la luneta: "Señora Montoya, ¿cómo va usted a coger el puñal?, que tengo yo que ver cómo lo hace", la última gota que rebasó el vaso, no puede contenerme y le dije: "Señor de la Vega, soy lo suficientemente actriz, para saber cómo tengo que coger un puñal...estoy rendida, ya no puedo más y me retiro". Se terminó el ensayo y no volvimos a dirigirnos la palabra.
Después del "Simun" se estrenó "Diferente" de Eugenio O'Neil. Obra que me valió un grandioso triunfo.
Con estas tres obras se inauguró el Palacio de Bellas Artes, y quiso Dios que fuera yo quien lo inaugurara.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Placa conmemorativa en las escalinatas del Palacio


En 1995 El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a
Través del Instituto Nacional de Bellas Artes, le rinde un homenaje, “REQUIEM POR UNA TRAGICA”
Se coloco “Placa Conmemorativa en las escalinatas del Palacio de las Bellas Artes”.

jueves, 21 de agosto de 2008

RECONOCIMIENTOS


RECONOCIMIENTOS
PLACAS Y MEDALLAS EN EL EXTRANJERO
Cuadro de Plata
Circulo de la Prensa del Perú
6/4/1928
Placa conmemorativa de su actuación
Teatro de Santa Fe. Rep. Argentina
1928
Medalla conmemorativa 100 representaciones de La Malquerida
Empresa del Teatro “Solis” de Montevideo, Rep. De Uruguay
1929

Anillo simbólico
Homenaje de los poetas uruguayos
1929
Medalla conmemorativa
Inauguración del Teatro “Nacional” de San Salvador
1932
Palmas Académicas de la Rep. Francesa
Diploma y Galardón otorgado por la embajada de Francia
11/26/1951
Medalla de Bellas Artes
Al mérito artístico de la Rep. De Guatemala
1962
Cruz de Alfonso “El Sabio”
En España

Encomienda de Isabel la Católica
España

DIPLOMAS NACIONALES
Diploma
del Estado de Michoacán
8/2/1946
A.N.D.A.
Verdadera impulsora y valuarte del Teatro Mexicano
12/13/1941
Diploma “Concha Méndez”
Agrupación de críticos teatrales de México “La Mejor Actriz del Año”
1/29/1951
Diploma del Ayuntamiento Constitucional de Santa Fe, de Guanajuato
En el 1er. Aniversario de la inauguración del Teatro “Juárez”
10/1953
Diploma
De la Agrupación de críticos de Teatro de México a “La mejor actriz del año”
12/31/1953
A.N.D.A. Diploma “Eduardo Arozamena”
En reconocimiento a sus relevantes servicios artísticos y patrióticos
1/1956
Diploma “Educadoras Rosaura Zapata”
De Monterrey
3/7/1956
A.N.D.A. Diploma
En día del “Homenaje Nacional en Bellas Artes”
11/5/1956
Diploma
“Maestras de Danza” Monterrey
3/7/1956
Diploma X.E.T.
Vocero del Norte, Monterrey
3/15/1956
A.N.D.A. Diploma
Al mérito artístico
12/5/1957
Diploma
De honor del Patronato del Teatro “Principal” de Puebla
6/22/1968
Precursora del cine mexicano
Por su intervención en la película “El automóvil gris”

DIPLOMAS EXTRANJEROS
Diploma
De los Poetas del Uruguay
1929
Ministerio de la Educación Nacional de la Republica Francesa le concede
“Las Palmas Académicas”
1951
Diploma de la agrupación de cronistas teatrales y cinematográficos de Rosario, Rep. Argentina
“A la mejor actriz de 1961”, por su labor en “Los Padres Terribles”, de Jean Cocteu
1961
De la Sociedad Hebraica Avoda, Rodario Rep. De Argentina
Por “Mirra Efros”
10/30/1961
Diploma del Teatro Scala de Rosario, Rep. De Argentina
Con motivo del día mundial del Teatro por su labor artística
3/27/1962
ESTATUAS COLOCADAS EN VIDA
Busto
En el Teatro “De la Paz” en San Luis Potosí por el Gobierno y Patronato de S.L. P.

Busto
Teatro “María Tereza Montoya” en Monterrey

PRESEAS QUE LLEVAN SU NOMBRE
Asociación Mexicana de críticos de Teatro
“Premio a la mejor actriz del año”
Medalla “María Tereza Montoya”
A.N.D.A.
“Premio al mérito artístico en el extranjero”
Medalla “María Tereza Montoya”
Premio de la Asociación de críticos a la mejor actriz del año
“María Tereza Montoya”

MEDALLAS NACIONALES
Los autores mexicanos
a su Eximia Intérprete.

10/29/1938
Condecoración del Estado de San Luis Potosí
al mérito artístico en la reinauguración del Teatro “De la Paz”
1949
Escudo de armas
de la Ciudad de Aguascalientes
2/03/1951
Medalla conmemorativa al XVI aniversario
del Consejo Técnico Cultural de espectáculos del departamento del Distrito Federal
10/30/1953
Medalla
Del Gobierno y Pueblo de Guanajuato
1953
A.N.D.A.
Por su destacada labor en el extranjero en pro del arte escénico
1/27/1956
A.N.D.A.
Por sus relevantes méritos artísticos y su labor en beneficio del Teatro Mexicano.
12/05/1956
La Mujer del año
Por ateneo de “Mujeres del año”
1963
La más alta distinción del Gobierno de México
“Legión de Honor”
6/27/1964
A.N.D.A.
Medalla a sus cincuenta años de “Labor Artística”
12/07/1969
Asociación Mexicana de críticos de Teatro

2/02/1970
PLACAS EN MEXICO
Placa conmemorativa
De la inauguración del Palacio de Bellas Artes, otorgada por el D.D.F.
1934
Placa
Del Departamento de Bellas Artes, por su relevante labor teatral.
6/09/1936
Placa conmemorativa
De la inauguración del Teatro “Jorge Negrete”
12/07/1959

miércoles, 20 de agosto de 2008

Una gran deuda con la Eximia Actriz


María Tereza Montoya, nació en la Cd. de México, el 17 de Junio de 1900. Junto con el siglo. Fue hija de Don Felipe Montoya y Alarcón y de la señora Dolores Pardavé Bernal.

Su padre, fue considerado como uno de los mejores actores de su época; interpretando el género llamado entonces de "Capa y Espada". Siendo sus éxitos Don Juan Tenorio y El Jorobado, obra en la que ella salió a escena por primera vez, en substitución de un muñeco.

La Asociación de críticos de Teatro, por iniciativa de Rafael Solana cambia el nombre del premio a la Mejor Actriz del Año, hasta entonces denominado "Concha Méndez", por el de "María Tereza Montoya", imponiéndole una medalla de oro conmemorativa, por tomar su nombre en vida.

Es su última aparición en el escenario del fue con la obra "Madre Valor".

Poco después se despide para siempre y se cierra el libro de "El Teatro en mi Vida", libro que ella escribió con sus experiencias en el teatro en 1956.

Después de tres años de su fallecimiento. El 22 de Julio de 1973, a petición del pueblo de Monterrey, el Teatro al Aire Libre de la Alameda "Mariano Escobedo", se llama desde ese día "María Tereza Montoya", develándose un Busto en Bronce, esculpido por Ricardo Palmieri. Colocado en la misma Alameda con la siguiente dedicatoria en la placa: H. Auntamiento de Monterrey, A la Eximia Actriz María Tereza Montoya. El pueblo de Monterrey, Julio de 1973.

Debido a su trabajo escenico en favor del arte mexicano, La Asociación Nacional de Actores, decide grabar la Medalla "María Tereza Montoya", misma que se entrega a los artistas por sus méritos en el extranjero.

Recibió los reconocimientos del público a su gran talento artístico, y los elogios de los más grandes pensadores y poetas de su época. Por mencionar algunos:

José Santos Chocano la llamó: ¡El Alma de América!

Benavente le dió el título de: ¡Elegida del Arte!

Nicodemi: ¡Un temperamento, un alma, un destello!

Gregorio Martínez Sierra: ¡Nobleza, Título, Ejecutoria, Profesía! ¡María Tereza Montoya de México!

La Presencia de la Montoya, fue siempre como embajadora de nuestra cultura y su deambular como el de los antiguos actores trashumantes. Se presentó en los lujosos teatros nacionales o en los más importantes de cada país, y hasta en locales improvisados para recibirla.

El presidente Abelardo L. Rodríguez, la mando buscar a España para que viniera a estrenar El Palacio de Bellas Artes, esa fue su más grande satisfacción.

Para ella, México y el Teatro fueron su razón de vivir, y en muchas noches de triunfo escucho embocinada el grito de ¡Viva La Montoya! ¡Viva México!

Eligen al Palacio de las Bellas Artes donde se reunen miles de almas para darle su Gran despedida en 1970.

Mereciendo descansar al lado de los hombres y mujeres ilustres quienes dieran honor a México, México sigue en deuda con esta mujer ilustre amada en su época como pocas mujeres lo han sido.


martes, 19 de agosto de 2008

Cronicas en España 1930

Crónica de prensa
4 de Mayo de 1930
No podrán quejarse los empresarios madrileños del comienzo de la temporada de primavera. Para casi todos fué un verdadero "Sábado de Gloria", obtuvieron otros tantos éxitos.
Claro es que como en todo en esta picara vida, hubo matices y calidades.
Fué nota culminante de la jornada la presentación en el Alkázar de María Tereza Montoya.
La bella actriz que nos envía Mejico es realmente una figura de extraordinario valor: voz de atrayentes matices-cálida y vibrante-, gesto de adecuada perfección al momento y una naturalidad en el ademán poco corriente en las actrices dramáticas, cuyo temperamento, al producirse en escena, las lleva muchas veces a la frontera del sexo contrario.
Pero por sobre todo, tiene María Tereza Montoya una sensibilidad femenina realmente sugestiva.
La gran actriz-grande en el verdadero sentido artístico de la frase- logró el éxito que merecía, y con el que, seguramente, habría soñado muchas veces.
¡Bien venida sea la admirable comedianta a nuestra escena, tan falta hoy de valores de esa calidad dramática!
Y quiera Dios que su paso por Madrid y su éxito estimule a nuestros actores y les haga ver cómo puede conseguirse el máximo prestigio y el provecho económico apetecido, sin la exclusividad de representar esas comedias de "hablar seguido", ni las otras de la arbitrariedad a caño libre; que unas y otras fueron la causa del embotamiento de la sensibilidad en nuestros actores y la retranca que les detuvo en su legítimo estímulo de superación.
¿Para qué -se decían- vamos a buscar la perfección en nuestro arte si con hablar las comedias como si estuviésemos en el café ó en la casa de huéspedes se sale del paso, y a veces se llega hasta el logro de una notoriedad halagadora?...

El arte viene del corazón abierto



El Corazón abierto habla de sentimientos, delata emociones profundas, comunica un gran amor por los otros a través de nosotros mismos.


Que mejor que expresar con poemas, con frases traidas del cielo.


Estos poemas los recibio la eximia actriz Maria Tereza Montoya de escritores y personas que vieron su transformación en el escenario y expresaron lo que esta mujer gloriosa y actriz mexicana, les transmitió al verla.